Ciudad Bolívar


Especial/Cincinnati
El Francisco Rodríguez de ahora se parece muy poco al jovencito de 20 años que se adueñó del escenario en la postemporada del 2002,

brillando por los Angelinos con su material eléctrica que incluía una recta que pasaba de las 95 millas por hora.
Para esta época, a sus 33 años, el venezolano depende de su conocimiento, su veteranía y su sagacidad en la lomita para seguir como un cerrador de lujo a nivel de Grandes Ligas con los Cerveceros de Milwaukee.
"Uno pasa de tirador a pitcher", dijo Rodríguez, convocado a su sexto Juego de Estrellas y su segundo en forma consecutiva. "Antes, lo me pedía el cátcher lo tiraba lo más duro posible. Hoy en día, dependo más del release point (punto en que suelta la bola) y mi comando. Hay que ir situación por situación".
En el 2015, "El Kid" ha vuelto a brillar por los Cerveceros. Lleva 19 salvamentos en igual número de oportunidades, con efectividad de 1.42 y 37 ponches en 32.0 entradas. Además, lleva impresionante WHIP (bases por bolas más hits por inning lanzado) de 0.875 y se mantiene en cifras dobles en ponches por cada 9.0 capítulos (10.4).
Rodríguez ha logrado todo esto con una velocidad promedio en su recta de 89.7 millas por hora, según FanGraphs.com. La clave ha sido saber mezclar sus pitcheos secundarios en los momentos indicados.
"Tienes que saber cuándo buscar tu pelea", explicó el caraqueño. "Hay situaciones en las que sí puedo pasar a un bateador con la recta, pero ya no a 96 millas por hora. Hay que saber con quién estás lidiando en el plato y cuánto espacio tienes para jugar, una o dos carreras (de ventaja).
"De ahí sabes qué pitcheo hacer en esa situación".
Afirma Rodríguez que desde los principios de su carrera, empezó a acumular conocimientos de cómo "pitchar" y no solamente "tirar", aun cuando contaba con más velocidad.
"Cuando tiraba duro tuve la oportunidad de aprender", dijo el relevista, quien señala a Troy Percival-a quien le preparaba la mesa en sus primeros años en Anaheim-como uno de sus mentores. "Y ya cuando la velocidad fue disminuyendo, el conocimiento estaba. Era solamente cuestión de ponerlo en práctica.
"Eso fue lo que me resultó".
Después de algunos tropezones en el 2011 y el 2013, Rodríguez ha hallado la madurez en Milwaukee. Y ahora, reinventado como lanzador, se encuentra empatado con Jeff Reardon en el octavo puesto de todos los tiempos en juegos salvados con 367. El derecho quisiera seguir subiendo posiciones.
"Definitivamente, me gustaría estar entre los primeros tres o cinco", dijo el relevista, quien tiene la marca de más salvados en una temporada, 62, puesta en el 2008.
Antes de la temporada del 2015, Rodríguez firmó un contrato de dos años y US$13 millones con los Cerveceros, pacto que incluye una opción para el 2017. Con Milwaukee hundido en la División Central de la Liga Nacional, han surgido rumores de cambio en torno a Rodríguez y otros nombres relevantes del equipo.
Rodríguez ha dicho una que otra vez que su preferencia es cumplir todo su contrato en los Cerveceros.
"Los rumores siempre van a ser rumores. Hasta que no se hagan concretos, no voy a pensar en eso", dijo al respecto. "Pero cuando firmé con Milwaukee, firmé con la idea de estar par de años, no simplemente estar medio año. La organización está clara sobre eso. Cuando entablamos las conversaciones, ése fue el primer punto. Si iba a ser medio año, que me lo hicieran saber para yo buscar otro rumbo en otra organización.
"Pero no, me dijeron que me tenían en sus planes durante par de años y espero que así sea".

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