Ciudad Bolívar

El oportunismo de Antoine Griezmannconcedió una victoria 'in extremis' que sitúa al Atlético en los octavos de final de la Champions League a falta de dos jornadas para la conclusión de esta fase de grupos.

El pase no tuvo la brillantez que se esperaba, porque el conjunto que dirige Diego Pablo Simeone se estrelló ante un Rostov granítico que, además, acabó con la imbatibilidad de Oblak.

El triunfo del Bayern en Eindhoven, contra el PSV, ya otorgaba la clasificación a los colchoneros, que ahora deberán ir a Munich a jugarse la primera plaza del grupo.

Ya desde el primer minuto se vio que el Rostov iba a vender muy cara la derrota. Con un Dzhanaev siempre bien colocado y un César Navas inconmensurable, el Atlético se estrelló una y otra vez ante la nutrida y ordenada zaga visitante.

De hecho, el equipo del 'Cholo' no dispuso de su primera ocasión hasta el minuto 18. Eso sí, menudo jugadón. Koke lanzó a Griezmann, que se fue por velocidad, con caño incluído a Kudryasov. El francés metió el balón en profundidad para la carrera de Carrasco, que se topó con Granat cuando parecía que el 1-0 iba a subir al marcador.

La siguiente que tuvo el Atlético acabó en gol. Griezmann, siempre atento a todo lo que se mueve en el área, cazó un mal rechace de Azmoun para batir a Dzhanaev de manera acrobática.

El Atlético había hecho lo más difícil, abrir la lata, pero sin tiempo para disfrutar del tanto de Griezmann, Azmoun rectificó su error anterior culminando un contraataque muy bien conducido por Poloz.

Aún hubo tiempo para dos nuevas ocasiones antes del descanso. Una para cada equipo. La primera la tuvo Fernando Torres, también en un remate acrobático que se perdió por línea de fondo. La segunda fue para Galskan. El central del Rostov enganchó una volea desde fuera del área en segunda jugada que Oblak desbarató con una buena intervención.

El segundo tiempo fue un recital de impotencia de un Atlético que se perdió en su propia ineficacia ofensiva.

El 'Cholo' acabó con su particular tridente sobre el césped -Gameiro, Griezmann y Torres-, pero ni por esas. Mucho balón colgado, muchos efectivos en el área, pero Dzhanaev no pasó por ningún apuro... hasta que Griezman cazó otro rechace de Gatskan para desequilibrar la balanza.

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