Ciudad Bolívar

 Menos de dos meses después de la tragedia aérea en la que murieron 71 personas, entre ellas jugadores del equipo, el Chapecoense volvió a jugar al fútbol este sábado en un amistoso contra el Palmeiras, en el inicio de una nueva vida entre el recuerdo de los que se fueron y la voluntad de supervivencia.

El regreso a las canchas de este modesto equipo del sur de Brasil que conquistó al continente se saldó con un empate 2-2 contra el último campeón nacional, aunque el resultado fue lo de menos en el Arena Condá.

El momento más emotivo del día ocurrió una hora antes del partido, cuando los tres jugadores que sobrevivieron al accidente levantaron la Copa Sudamericana-2016 que la tragedia no les dejó ganar en la cancha.

El arquero Jackson Follmann, que sufrió la amputación de parte de la pierna derecha tras el accidente, enarboló junto al defensor Neto y al lateral Alan Ruschel el preciado trofeo bajo un torrente de aplausos.

Todo el estadio Arena Condá estaba en pie para recordar a las víctimas entonando “los campeones están de vuelta” y “vamos, vamos, Chape”, el grito de guerra de la hinchada de este club modesto pero de espíritu luchador.

Otro de los momentos de mayor intensidad se vivió con la entrada en el césped de las esposas de las víctimas, homenajeadas con un pasillo de honor formado por los niños del club.

Fuente Noticias24

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